El Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón de la Sal en otoño
¿Sabes que no hace falta ir hasta el Quinto Pino para tener la oportunidad de perderte en un Bosque de Secuoyas? Sí, puedes sacarte fotos chulas rodeado de árboles gigantes sin necesidad de subirte a un avión. No solo en California hay bosques de secuoyas, sino que los que tenemos la suerte de vivir en Cantabria tenemos uno al lado de casa 🙂 .
Índice del post
- El Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón de la Sal en otoño
- ¿Dónde está el Bosque de Secuoyas de Cantabria? ¿Cómo llegar hasta allí?
- ¿Y qué narices hace un bosque de Secuoyas en Cantabria?
- ¿Qué te vas a encontrar en el Bosque de Secuoyas?
- La ruta por el Bosque de Secuoyas ¿es difícil?
- Algunos consejos para visitar el Bosque de Secuoyas de Cantabria
- ¿Dónde alojarse para visitar el Bosque de Secuoyas?
- ¿Dónde comer en Cabezón de la Sal?
- ¿Y qué más puedo hacer por la zona?
¿Dónde está el Bosque de Secuoyas de Cantabria? ¿Cómo llegar hasta allí?
Como bien indica el propio nombre, el Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón está muy próximo a la localidad cántabra de Cabezón de la Sal. Concretamente lo tienes a cinco minutos en coche desde el mismo centro del pueblo.
Para llegar la mejor forma es en coche. Pones rumbo a la autovía A-8, la autovía del Cantábrico, y posteriormente tomas la salida 249 en dirección a Cabezón de la Sal. Una vez que nos hemos salido de la autovía, en la rotonda tienes que continuar por la carretera CA-135.
Subiendo en coche por la CA-135 al cabo de cuatro minutos más o menos, verás la entrada al Bosque de Secuoyas a la izquierda. Allí hay un pequeño aparcamiento, pero un poco más adelante verás otro aparcamiento algo más grande para dejar el coche. Nosotros dejamos el coche en el aparcamiento de arriba y bajamos andando por la carretera. En menos de cuatro minutos ya estábamos en la entrada al Bosque de Secuoyas.
Y por cierto, el aparcamiento es gratuito 🙂 .
¿Y qué narices hace un bosque de Secuoyas en Cantabria?
La verdad es que resulta realmente curioso encontrarte con dos hectáreas y media de secuoyas en una zona tan atípica para estas plantaciones como es Cantabria. Las secuoyas es un especie común de la Costa Oeste de EEUU, pero tranqui que no hace falta ir tan lejos para verlas.
Realmente las secuoyas se plantaron en Cantabria por necesidades industriales de la zona alrededor del año 1940, durante la época del franquismo. Se decidieron plantar 848 secuoyas en esta zona dada la rapidez con la que crecen estos árboles y así aprovechar la madera para la industria, de esta forma no sería necesario depender de materias primas exteriores.
¿Y que pasó después? ¿No se los cargaron? Ya sabes que a veces suele pasar que los planes que tienes previstos se van al garete ¿no? Pues eso mismo pasó con las secuoyas, que cuando crecieron ya no les interesó cortarlas y ahí se quedaron plantadas para que las disfrutemos nosotros 🙂 . ¡Menos mal! Porque actualmente es uno de los parajes más bonitos de Cantabria y el bosque fue declarado Monumento Natural.
¿Qué te vas a encontrar en el Bosque de Secuoyas?
El entorno no puede ser más peculiar. Y es que este bosque tiene secuoyas de hasta 40 metros de altura, y un perímetro de unos dos metros. Yo creo que para abrazar algunas secuoyas necesitas al menos tres personas, como ves en la foto, con dos nos resultó imposible.
Dar un paseo por allí resulta realmente agradable y más con los colores del otoño. Últimamente el bosque ha cogido más fama, pero todavía hay muchos cántabros que aún no lo han pisado y otros tantos que aún ni lo conocen. ¡No sé a qué estáis esperando amigos!
Por cierto, no hace falta que seas senderista experimentado. Yo tengo un problema en la espalda y no tuve ningún inconveniente en caminar por aquí.
La ruta por el Bosque de Secuoyas ¿es difícil?
Una vez que aparcas el coche en el aparcamiento, justo al lado de la carretera, la entrada al bosque comienza por una pasarela de madera, facilitando así la entrada a minusválidos. La pasarela tiene muy poca pendiente y en apenas unos metros llegas a la profundidad del bosque.
Acabada la pasarela, el bosque de secuoyas queda a la izquierda. Continua por una especie de camino natural, bajando por las "escaleras". Y, sobre todo, ten cuidado de no pasarte las secuoyas que es fácil coger carrerilla. Como te despistes un poco, empieza a cambiar la vegetación en un plis plas y en vez de secuoyas te plantas en un bosque normal y corriente. A nosotros nos pasó, nos equivocamos y tuvimos que dar la vuelta.
Nosotros como fuimos en pleno noviembre ya el bosque tenía los colores del otoño. Las hojas de las secuoyas se mantienen verdes, pero todo el suelo estaba con esos tonos dorados y marrones tan característicos de esta época del año.
El espacio de las secuoyas no es muy grande, es más bien un recinto. Estuvimos aquí sobre una hora u hora y media.
Ya que estábamos por aquí, aprovechamos para continuar el paseo por el bosque que rodea a las secuoyas que con los colores del otoño me vuelven loca. Te vas dando cuenta de que vas saliendo del bosque de secuoyas a medida que vas encontrando más claros. Te recomiendo que continúes el paseo por aquí así ves el contraste entre las secuoyas y el resto del bosque.
Como ves, soy muy fan de los colores de los árboles en otoño, pero es que enamoran a cualquiera.
Algunos consejos para visitar el Bosque de Secuoyas de Cantabria
Consejos a tener en cuenta: Ya sabes, apuntalo como tarea pendiente que ver en Cantabria. Nosotros como una escapada de otoño lo recomendamos 🙂 . Después de la mañana de desconexión en el Bosque de Secuoyas deshicimos nuestros pasos para regresar al coche. Nos habíamos ganado una buena comida 🙂 . Para visitar el Bosque de Secuoyas el alojamiento más cercano lo encuentras en Cabezón de la Sal. En esta localidad te recomiendo el Jardín de Carrejo o el Hotel Valle de Cabezón de la Sal. Otra opción algo más alejado es el famoso Balneario de Puente Viesgo, perfecto para una escapada romántica y un poco de relax en el spa. Para comer cerca del Bosque de Secuoyas, la mejor opción es comer en Cabezón de la Sal. Nos decantamos por echar un vistazo a las opiniones de TripAdvisor y decidimos acudir al Restaurante J&J, tenía muy buenas opiniones y está situado justo al lado de la carretera general. En este restaurante tienen un menú variado por 13 euros los fines de semana a escoger entre cuatro primeros, cuatro segundos y el postre. Éramos cuatro para comer y dos decidieron tomar el menú y Juanra y yo nos zampamos una parrillada de carne para dos. No entraba dentro del menú pero por unos 20 euros la parrillada nos pusimos finos. Ya sabes chorizo, morcilla y todas esas cosas ricas que son sanísimas para tu cuerpo serrano. Otra opción recomendable es la Taberna el Cardeo. Ya sabes que Cantabria es infinita y por esta zona tienes un montón de planes para explorar. Muy cerca de Cabezón de la Sal tenemos por ejemplo Comillas, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. También, a tiro de piedra de Cabezón de la Sal tienes otros planes irresistibles como Cabuérniga, San Vicente de la Barquera (sí, el pueblo de David Bustamante) o incluso Puente Viesgo y sus famosas cuevas de arte rupestre paleolíticas. Y si quieres algo urbanita pues ya sabes que Santander es una de las ciudades más bonitas de España (apenas se me nota que soy de Santander ¿verdad? A veces barro un poco para casa 🙂 ). Y esta ha sido nuestra ruta por el Bosque de las Secuoyas en Cantabria. ¿Lo conocías? ¿Has estado alguna vez allí? ¿Vives en Cantabria y aún no lo has pisado? Pues ya sabes lo que tienes que hacer. Déjanos un comentario con tu opinión sobre qué te ha parecido el bosque anda, no seas vago. Sigue leyendo otros artículos relacionados que también te pueden interesar:
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