Si quieres vivir una experiencia chula, la mejor opción para ir de Moscú a San Petersburgo es el tren nocturno Flecha Roja
Índice del post
- Si quieres vivir una experiencia chula, la mejor opción para ir de Moscú a San Petersburgo es el tren nocturno Flecha Roja
- ¿Cómo ir de Moscú a San Petersburgo y viceversa?
- ¿Y por qué me recomiendas mejor coger la opción del tren?
- Algunos otros datos prácticos del tren
- Nuestra experiencia a bordo del Flecha Roja
Cuando estuvimos organizando nuestro viaje a Rusia, nos surgieron varias dudas acerca de cómo ir de Moscú a San Petersburgo o viceversa. Teníamos claro que queríamos visitar Moscú y San Petersburgo, pero no sabíamos ni por cuál de las dos ciudades empezar, ni cómo ir de una a otra.
Vamos, que estábamos más perdidos que un pulpo en un garaje.
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Recuerda que para viajar a Rusia es obligatorio ir con seguro de viajes privado. La Tarjeta Sanitaria Europea NO VALE en Rusia. Por eso te recomendamos nuestro seguro de viajes de cabecera, Heymondo Seguros, el mejor seguro de viajes actualmente.
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¿Cómo ir de Moscú a San Petersburgo y viceversa?
Después de mucho rebuscar en webs y blogs, vimos que teníamos varias opciones:
- En primer lugar, optar por el avión. Muy rápido, muy cómodo y si lo coges con tiempo en skyscanner puede resultar bastante barato. La duración del viaje es entre una hora y cuarto u hora y media.
- Segunda opción: el tren de alta velocidad. El Ave ruso. El Sapsan. Te plantas de Moscú a San Petersburgo en unas cuatro horas aproximadamente. Puedes mirar directamente en la página web oficial de la línea de ferrocarril rusa. Por cierto, la página web está en inglés y en ruso únicamente. Olvídate de encontrar información en Rusia en español. Con un poco de suerte la encontrarás en inglés y gracias 🙂 .
- Y, la tercera opción, que es la que te recomendamos nosotros, viajar en el tren nocturno de lujo, especialemnte si realmente te gusta vivir experiencias auténticas. Es el tren que une Moscú y San Petersburgo y a la inversa, el Flecha Roja. En inglés Red Arrow.
Un pequeño apunte:
¿Y por qué me recomiendas mejor coger la opción del tren?
Te parecerá una chorrada, pero fue una de las experiencias que más nos gustó en Rusia. No siempre se tiene la oportunidad de pasar una noche en un tren inaugurado por Stalin. Fue una experiencia rusa diferente.
- El tren es todo un clásico. Una especie de reliquia que fue inaugurada en el año 1931. Esto sí que es un clásico y no los partidos del Madrid-Barcelona.
- En sus años mozos este tren se utilizaba exclusivamente por lo mejorcito de la alta burguesía rusa y altos mandatarios del gobierno. Cubría su viaje de Moscú a San Petersburgo o de San Petersburgo a Moscú.
- El tren es el único tren ruso que, a día de hoy, es recibido a su llegada a la estación con una marcha rusa.
- Muchas parejas de recién casados pasan su primera noche de bodas en este tren. Increíble, pero cierto.
Hoy en día hay otros trenes de lujo que cubren esta misma ruta. Por ejemplo, el Grand Express. Digamos que es un especie de copia del Flecha Roja, pero ninguno es tan mítico como el original. El Flecha Roja. Tan rojito, tan mono, y decorado por dentro tan bonito!
Aunque el tren es del año 1931, cuenta con todas las necesidades para cubrir las expectativas del viajero más exigente:
- Cuenta con wifi gratuito durante todo el trayecto.
- Nada más llegar a nuestro camarote nos encontramos un tentempié sencillo. Un poco de fruta, croissants, una tableta de chocolate y agua.
- Nuestra cabina también tenía el periódico del día y revistas. Pero no nos sirvieron de mucho, como comprenderás ruso aún no dominamos.
- Y un neceser con útiles de aseo: cortaúñas (por si tus mejillones de los pies han crecido durante el viaje, el tren es un buen momento para aprovechar ¿no?), cepillo de dientes, peine, zapatillas para andar por casa (ah no por el tren). ¡Incluso albornoz!
- Por la mañana te traen un desayuno a la cama, literal 🙂 .
Nada más poner el pie en el tren te das cuenta que toooooodo está decorado monísimo. Con bordados con las iniciales del tren en toooodas las cortinas del tren, como también en los manteles de las cabinas.
Hay varios tipos de cabinas:
- Cabina Lux, es la cabina a tope de lujo con baño incluido en la habitación. Esta es la que cogimos nosotros, no precisamente porque nos sobre el dinero, sino porque era la única cabina de dos personas de la que aún quedaban tickets.
- Cabina 1 Clase SV. También es para dos personas, y la diferencia con la cabina lux es que no tiene baño en la habitación. Creo que si viajas en pareja es la mejor opción. Así que resérvalo con bastante tiempo porque nosotros nos quedamos sin billete.
- Cabina 2 clase Kupe. Estas son cabinas para cuatro personas. Si sois cuatro durante el viaje, o viajas con niños, ésta será la opción que tendrás que escoger. No cuenta con baño dentro del camarote, los sofás son sofá cama, y cuenta con dos literas en la parte superior.
Los precios por pasar una noche en el Red Arrow oscilan entre 100 y 130 euros por persona aproximadamente. Depende de cómo esté el rublo en esa época. Como ves, no es del todo barato, pero piensa que te estás ahorrando también una noche de hotel.
Algunos otros datos prácticos del tren
- Duración del trayecto: El tren tarda ocho horas.
- El tren sale todas las noches tanto de Moscú como desde San Petersburgo, a las 23.55 de la noche y llega a la estación de destino a las 07.55 del día siguiente.
- Estación del Flecha Roja en Moscú: Estación de Leningradskaya.
- Estación del Flecha Roja en San Petersburgo: Estación Moskovskaya.
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Importante:
Nuestra experiencia a bordo del Flecha Roja
Nosotros cogimos el Flecha Roja desde San Petersburgo a Moscú. Compramos los billetes con una antelación de un mes y ya no teníamos la opción disponible de nuestro camarote de primera clase, sin baño dentro de la habitación (cabina 1 clase SV), que era la que más nos interesaba. Así que, como teníamos claro que queríamos ir sí o sí en este tren y vivir una experiencia diferente, pagamos por tener hueco en la "cabina lux".
Llegamos a la estación de Moskovskaya en San Petersburgo con la antelación suficiente como para ver llegar el tren. La verdad es que por fuera tiene buena pinta, pero por dentro es aún más mono 😳 .
El revisor no habla ni papa de inglés, pero nos entendimos. No me digas cómo pero...¡larga vida al lenguaje de los signos! 🙂 .
Tenemos una anécdota curiosa y es que al comprar los billetes solo venía específico el nombre de Juanra en el billete. Ponía Juan Ramón, dos personas, pero mi nombre y apellidos no aparecía en ningún lado del ticket. El revisor estuvo hablando con otro compañero extrañado de no ver mi nombre por ningún lado. De hecho, hubo un momento en el que pensé que me dejaban en tierra porque no tenían constancia de mi nombre y apellidos. Pero al final no me dijeron nada. Los rusos parecen muy bordes, pero en el fondo son majos 🙂 .
Nada más llegar a la cabina supimos que esa noche iba a ser una noche de película. ¡Y es que por dentro el tren es precioso!
Sacamos las tropecientas fotos de rigor y estuvimos un rato de palique mientras picábamos algo. Entre pitos y flautas, nos dieron la una de la mañana y estábamos reventados de llevar todo el día pateando San Petersburgo. Así que, convertimos en un plis plas los asientos en sofá-cama, nos metimos en el sobre y a dormir como lirones.
¿Pudiste dormir bien en el tren? Yo reconozco que soy muy especial para dormir, no soy de las que es capaz de quedarse dormida en una discoteca de pie. Pero sí que conseguí dormir. Y Juanra, que es capaz a quedarse dormido en cualquier lado, durmió como un bebé 🙂 .
Sobre las 7 de la mañana vuelve a pasar el revisor.
- Toc, toc ¡jkaskva jolvkok! - dijo el revisor-.
(No intentes buscar esa palabra en el traductor porque me la acabo de inventar).
- Juanra, no sé qué ha dicho el tío pero creo que es hora de levantarse.
Y en efecto, el señorín nos estaba avisando que era la hora del desayuno. Desayuno que, por cierto, trajo directamente a la cabina. Un café o té, un poco de queso con nueces y unos rollitos parecidos a los creps que es uno de los platos más típicos de Rusia.
Después una ducha y ya estábamos frescos como lechugas, preparados para nuestro siguiente día en Moscú. Poco antes de las 8.00 de la mañana llegó el tren a la estación de Leningradskaya en Moscú.
¿Y qué nos estaba esperando en Moscú?
No, nadie estaba esperando para recibirnos en la estación. Simplemente ese día fue el día que pisamos por primera vez la Plaza Roja de Moscú. Sin duda, una de las plazas más bonitas del mundo. Pero eso ya lo contaré en otro post 😉 .
En definitiva, viajar en el tren Flecha Roja es un plan diferente en Rusia que nos gustó muchísimo y que os recomendamos. Aun así, tú eliges si quieres hacer esto o recurrir a alguna de las otras opciones de transporte que hemos comentado al principio del post para ir de Moscú a San Petersburgo o a viceversa.
¿Conocías el tren Flecha Roja? ¿Has viajado alguna vez en un tren de lujo? ¿Tienes alguna duda para organizar el viaje a Rusia? ¿Crees que es el mejor medio de transporte para ir de Moscú a San Petersburgo? Déjanos un comentario con tu experiencia y/o tu duda y te responderemos encantados lo antes posible.
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