Solo he tenido la suerte de visitar las Islas Canarias en una ocasión. Motivos laborales me llevaron hasta Gran Canaria que, lamentablemente, poco tiempo me dejaron para explorar la isla como se merecía. Una buena gastronomía, gente maja, amaneceres alucinantes, y unos atardeceres que tampoco se quedaban cortos. Eso es lo que me llevé en mi retina de ese viaje. Un primer contacto en una de las islas que componen el puzzle paradisíaco del buen tiempo. Algo muy anhelado para los que somos del norte y sólo podemos disfrutar, con un poco de suerte, de dos meses de verano. A veces ni eso.
Los que me seguís en las redes sociales os habréis percatado que el pasado miércoles 24 volví a ponerme en contacto de nuevo con las islas. En este caso, la elegida fue La Palma, la famosa isla bonita. Si a esta isla la han bautizado como "la isla bonita" no voy a ser yo quien lo dude lo más mínimo. Por algo será ¿no crees? ¿Te vienes conmigo de ruta sensorial hasta La Palma? Vayan abriendo el apetito señores, que La Palma está muy rica.
Showcooking #LaPalmaconSabor
La Palma me pareció muy sabrosa, pero también muy breve. Me quedé con ganas de más, como cuando estás de fiesta pasándotelo genial y encienden las luces de la discoteca. Pues eso, tengo ganas de repetir. No fue necesario coger un vuelo. No había maletas. Sólo una hora en coche y ya estaba en Bilbao. La cita era en el Restaurante Los Fueros. Allí nos estaba esperando un estupendo showcooking cocinado por dos cocineros palmeros de renombre: Juan Carlos Rodríguez y Mónica Sánchez, repleto de ingredientes típicos de la isla de La Palma.
Los que me conocéis sabéis que adoro comer. También, si alguna vez has comido conmigo te habrás dado cuenta que soy un poco inútil. Casi siempre me mancho comiendo. De hecho, por esta razón me dejaron de gustar los helados. Comerse un helado para mi significaba tener que poner la lavadora inmediatamente. Pero oye, siempre hay alguna excepción y, esta vez, superé el showcooking sin marcharme ¡eh! Me merezco un aplauso.
Pues bien, ha quedado claro que comer me gusta mucho. Pero ¿y beber? "Érase una vez una niña a una cerveza pegada". Y parece que me leyeron la mente porque qué mejor forma que empezar el showcooking de #LaPalmaconSabor en Bilbao que con una cervecita de La Palma, una cerveza Gara. Tiene bastante guasa que el nombre de la cerveza podía pasar perfectamente como si de una cerveza vasca se tratase, pero realmente el nombre, según la mitología canaria, significa "princesa del agua".
Como princesa en el agua me sentí yo con esa cervecita fresca. ¡Entró como agua bendita! Seguro que ver atardecer desde algún mirador de esos que "quitan el hipo" en La Palma, mientras me tomo una cervecita palmera sería un plan perfecto. Por ejemplo, se me antoja tomarme una cerveza Gara desde el famoso mirador del Roque de los Muchachos. No tengo la menor duda: me encantaría.
¿Y a qué sabe La Palma?
Después de la cervecita de rigor arranca el showcooking #LaPalmaConSabor. Como sé que estás ahora mismo ansioso por saber cada uno de los platos que nos zampamos voy a empezar a torturaros dándoos un poco de envidia cochina 🙂 .
Entrante: explosión de sabores de La Palma
Lo que me ha quedado claro es que La Palma sabe a mojo picón. Un sabor cítrico y exótico que me conquista cada vez que lo pruebo. Como me conquistó la polca de bienvenida que nos cantó Mónica hablando de mojo...
Maja, maja, moja, moja.
Moja, moja, maja, maja.
El que no maja no moja,
y el que moja... mejor para él.
El primer plato elegido para acercarnos hasta La Palma fue un potaje de trigo con gofio, cebolla roja y mojo verde con queso de cabra de La Palma.
Parece algo chocante que allí suelan comer algo caliente con esas temperaturas tan envidiables que tienen a lo largo del año. Pero la isla de La Palma es una de las islas más vertiginosas, y una de las islas volcánicas más activas. Puedes pasar, en cuestión de minutos, de estar en la playa a, de repente, estar a más de 1000 metros de altura. Después de hacer una ruta por las cimas más altas de La Palma seguro que te sentaría genial un buen potaje para entrar en calor ¿a qué sí?
El potaje de trigo venia acompañado de gofio, una harina muy típica de las Islas Canarias. Y, el punto de frescura y de contraste de este plato, venía de la mano del mojo verde con un toque de cilantro. Por cierto, tuvieron la oportunidad de elaborar el mojo verde varios compañeros bloggers. Espero que hayan estado atentos y nos cuenten el secreto en su blog 😉 .
Este primer entrante iba acompañado por un vino blanco palmero La Gota, un vino ligero y suave con un sabor afrutado.
¿Tiene buena pinta verdad? Pues ésto es sólo el principio.
Primer plato: aquél patudo (atún rojo) con el que aún sueño por las noches
Una vez deborado el plato continuamos con el siguiente. Un buen patudo, o lo que es lo mismo, atún rojo en salmuera. Para mi el plato estrella de la noche. No exagero cuando digo que el atún parecía mantequilla y se deshacía en la boca. Me pareció espectacular.
Un dato técnico, por si os estoy dando tanta envidia que os animáis a prepararlo en casa es que, el patudo se introduce en la salmuera con 200 gramos de sal por cada litro de agua, y lo dejas ahí durante una hora. Con tanta sal no me extraña que luego los canarios sean tan salados. ¡Y tan guapos! Queridas amigas solteras, un consejo, menos tinder y más viajar a Canarias 😉 .
Mi plato preferido de la noche, el patudo, debe ser más común en La Palma de lo que me imaginaba. Afortunados los canarios que tengan a tiro de piedra este manjar, y es que las corrientes migratorias de atún rojo pasan cerca de las islas. La verdad es que no solo atunes pasan por el archipiélago sino que un tercio de los cetáceos del mundo pasan por las Islas Canarias. Si visitas las islas ¿qué tal si organizas una excursión para ver un avistamiento de orcas o de delfines? A mi me parece un plan difícil de olvidar. Sobre todo si vas con niños.
Y...Voilà! Como resultado final aquí tenemos este patudo con mojo de tomate (si majo, otra vez mojo) acompañado por puré de boniato que le daba el punto de contraste para conseguir una auténtica explosión en el paladar. Solo de recordarlo me dan ganas de hacer las maletas y plantarme allí en un plisplas.
Segundo plato: Solomillo con las auténticas papas canarias.
El siguiente plato es un solomillo de vaca de raza palmera acompañado por las papas arrugadas. No se me ocurre nada mejor que las papas para acompañar una buena carne. Por cierto, otro dato técnico que aprendimos (sí mamá, prometo que algo de cocina aprendí) es que las papas se cocinan con sal a tope. Y, para comprobar que ya están en su punto, sólo tiene que flotar.
Hablando de papas, una nota importante si quieres ir a Canarias y no quieres parecer guiri: nunca llames a las papas patatas. Error. Las papas son papas. Punto.
Y como pudimos comprobar otra vez, la sal es un ingrediente estrella en La Palma. No es una sal cualquiera. En La Palma se produce sal de manera natural. ¿No me digas que nunca has oído hablar de las salinas marinas de Fuencaliente? Las famosas salinas de La Palma. Por lo que he visto en fotos, además de ser Reserva Mundial de la Biosfera, allí verás el contraste entre el blanco radiante de las salinas, el color negro salvaje y volcánico de la isla, y el azul del mar como telón de fondo. Porque si hay algo que tengo claro es que La Palma es tan salvaje que parece sacada de otro planeta.
¿Y qué más decir del solomillo de vaca de raza autóctona de La Palma? Pues que tenía un sabor exquisito. Y la carne en su punto, como me gusta a mi. El solomillo venía acompañado del vino palmero Vega Norte, con un ligero aroma a frutos secos. Seguro que el maridaje que catamos en #LaPalmaconSabor es solo una breve selección de la cantidad de buenos vinos palmeros que tienen por allí.
Y de postre: ¿qué tal si cocinamos un poco?
Sin darnos cuenta, ya hemos llegado al postre. En este caso puse mi granito de arena y me animé a participar en la elaboración. ¡No todo va a ser comer señores! Tranquilos, no temáis por el resultado final que no era tan difícil. Mi misión era escachar los plátanos con el gofio. Un momento muy divertido por cierto.
Mirad que bonito me quedó.
No, venga es broma, yo no lo puse tan bonito, ese es el plato de mi compi blogguer que estaba al lado mio. Lo confieso, se lo robé para la foto. Menos mal que esto era una simple prueba y los cocineros habían preparado el plato en versión realmente bonita. ¡Si es que daba pena hasta comerlo! No me digas que no.
Espuma de plátano con gofio colocado en un vaso de txikito.
Y para finalizar el showcooking un chupito de ron miel de caña de azúcar. Siento decir que no tengo foto de él porque según vi el chupito me lo bebí de trago. Arriba, pa´abajo, pa´el centro y pa´dentro. Sobre todo ésto último. ¡Qué no se diga!
El broche final de la velada vino de la mano de la bonita polca típica de Canarias que nos cantó Mónica. Que te canten eso desde alguno de los tantos miradores astronómicos que hay en La Palma mientras ves las estrellas e igual...ejem ejem.
Y este fue el recorrido gastronómico que hicimos de la Isla Bonita. Creo que la Palma puede ofrecer mucho más. Espero que gracias a este artículo te haya acercado un poquito más a los sabores de La Palma. Gracias a Blog on Brands y al equipo de Visita La Palma, a los cocineros Juan Carlos y Mónica y a los Javis por demostrarnos que La Palma apetece, y mucho.
En Abril varios bloggers acudirán La Palma a descubrir de primera mano todo lo que nos puede ofrecer la Isla Bonita. Yo puedo ser una de las afortunadas, pero si no es el caso, La Palma nunca estuvo tan cerca. Desde Bilbao salen vuelos todas las semanas directos al paraíso. No hay excusas.¿Nos vemos en La Palma? ¡No tengo un imán de allí! Y quiero saber cuánto sabor tiene La Palma in situ. Prometo no mancharme.
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