Quizás te pase como a mí y uno de tus sueños viajeros sea ver una aurora boreal en Noruega. Mi recomendación es que intentes ir a la caza de auroras en cuanto puedas. Nadie dijo que fuese fácil. Puede que no tengas suerte, que esté nublado, que ese día haya baja actividad o que pases un frío del carajo mientras esperas a la señorita vestida de verde. Puede que te vayas del viaje sin verla. Pero te aseguro que si la ves, aunque sea durante unos minutos, será una de las experiencias más alucinantes que vas a tener en tu vida.
Si no tienes suerte de ver auroras boreales te aseguro que el viaje habrá merecido igualmente pena. Por si no lo sabías, cualquier viaje por la Noruega Ártica, ya sea con la compañía de Aurora o sin ella, es un viaje en bucle repleto de experiencias emocionantes.
En este post te voy a contar cómo fue la experiencia de ir a la caza y captura de la aurora boreal en Noruega. O mejor dicho, el día que hice realidad mis sueños. Ese día en el que vi por primera vez una aurora boreal, porque la vida sería muy aburrida sin tener sueños que cumplir. Yo persigo los míos, ¿y tú?
Objetivo aurora boreal: diario de una expedicionaria
Ya era de noche en Karasjok, una pequeña localidad de la provincia de Finmark, en el norte de Noruega. Un grupo de bloggers de viaje, en adelante expedicionarios, estamos acabando de cenar mientras consultamos desesperadamente la previsión meteorológica.
- ¿Cómo está el cielo?
- Se ven bastantes nubes, pero la previsión del tiempo marca que en un rato despeja. Salimos a la caza de auroras, ¿no?
- Of course, baby.
Con muchas ganas e ilusión da comienzo la noche en la que puedo decir orgullosamente que vi mi primera aurora boreal.
En Karasjok, la localidad donde estábamos ese día, en Laponia Noruega, un lugar remoto de la mano de Dios, se cumplen varias de las condiciones indispensables para ver la aurora boreal:
- Estamos en el norte de Noruega, por encima del círculo polar ártico. El norte de Noruega es el lugar donde se ven más auroras boreales del mundo. Cierto es que casi todos los turistas que van a la caza de la aurora boreal en Noruega acuden a Tromso, pero en la provincia de Finnmark se ven mejor las auroras porque está todavía más al norte. Está en el norte del norte. Para que me entiendas, si estuviésemos en Juego de Tronos, Finnmark está más allá del muro. 😉
- Estamos aún en temporada de auroras boreales. Se pueden ver auroras desde finales de agosto hasta mediados de abril, siendo la mejor época para verlas entre el 21 de septiembre y el 21 de marzo. Cuando yo estuve era principios de abril y conseguí ver la aurora boreal, pero la próxima vez que vuelva -sí, volveré, no tengo la menor duda- intentaré ir en febrero o principios de marzo.
- Según la previsión de la app Aurora (súper recomendable descargarla para saber la predicción de auroras) marca un índice Kp de 3. El índice es bajito, pero lo suficiente como para poder verlas y poder captarlas con la cámara de fotos.
¡Vamos manos a la obra!
Salimos desde el Hotel Scandic Karasjok con un objetivo claro: sin ver una aurora boreal no nos volvemos a casa.
La sensación era exactamente la misma que aquellas noches de los campamentos de verano de la infancia. Esas noches en las que ibas con tus compañeros al bosque en busca de alguna experiencia diferente. Véase encontrarse con algún animalito, contemplar las estrellas o simplemente saciar esa ansia de aventura en tu cuerpo. Esta vez siento ese mismo gusanillo en mi tripa, como quien va en busca de una lluvia de estrellas fugaces por primera vez.
Lo único que se oye es el ruido de nuestras botas sobre la nieve. Ponemos rumbo a un lugar alejado de la contaminación lumínica. No tenemos que alejarnos mucho ya que Karasjok es una localidad bastante pequeña. En apenas unos minutos, encontramos un lugar donde poder establecer nuestro campamento base. Un lugar en medio de la nada que, en resumidas cuentas, se podría denominar "donde Cristo perdió el mechero".
De repente un expedicionario chilló:
- ¡¡Mira, mira, mira, ahí se ve algo!!
Y, efectivamente, ahí estaba su majestad la reina de la noche nórdica, la aurora boreal, bailando en un pase exclusivo para nosotros.
La función fue más bien corta. Mucho más breve de lo que pensaba. Apenas duró un minuto, pero pensé que, si nada más llegar ya había cumplido mínimamente el objetivo aurora, seguramente iba a tener más posibilidades de que la señorita verde volviese a brillar nuevamente. Todo era cuestión de esperar.
Y ahí estuvimos esperando.
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una…
Pero antes de las dos volvió a salir. Volvió a salir a bailar más intensamente y durante un buen rato. Volvió a salir para alegrarnos la noche. Para confirmarnos que el rato que estuvimos esperando, con más frío que calor, había merecido completamente la pena. Para deslumbrarnos con las maravillas que es capaz de hacer la naturaleza. Probablemente una de las cosas más alucinantes que es capaz de regalarnos de forma gratuita el universo.
Para cumplir uno de los sueños de todos los viajeros: ver alguna vez en la vida una aurora boreal. Y ahí estaba. Frente a nosotros. Cara a cara.
Ya me podía ir a la cama más feliz que una perdiz.
 
Algunos consejillos para ir en busca de auroras boreales y fotografiarlas: Más adelante prepararé un post sobre todos los consejos que necesitas para intentar ir a la caza y captura de la aurora boreal con éxito y, sobre todo, poder fotografiarlo. Te adelanto que es imprescindible el trípode, una cámara réflex, usarla en modo manual, y no te olvides de las baterías de repuesto para la cámara. Las bajas temperaturas de la zona, especialmente por la noche, hacen que la batería de la cámara te dure un santiamén. Espero que no te pase como a mí y revisa antes de ir a la caza de auroras que llevas las dos baterías de la cámara completamente cargadas.
Objetivo aurora boreal: toma 2.
Otro día de nuestra ruta por la Noruega Ártica volvimos a ir a la caza de la aurora, pero esta vez con profesionales. Tuvo lugar en la localidad de Alta, gracias a la agencia Glod Explorer.
En este caso íbamos en un coche conducido por un experto que nos iban llevando por los lugares donde menos nubes había y más probabilidades de éxito había para cumplir nuestro objetivo. En el momento que se veía la más mínima luz verde el coche paraba.
Esa noche también volvimos a tener suerte. Así que, técnicamente, puedo decir que en mi viaje por la Noruega Ártica vi la aurora boreal dos noches. Pero aun así, soy un poco caprichosa, me quedé con ganas de más.
Como sé que tú también te habrás quedado ahora con ganas de más post sobre mi reciente viajazo por la Noruega Ártica y Oslo. No te preocupes esto no ha hecho más que empezar. ¡Tengo mucho que contaros!
Gracias a Turismo de Noruega por haberme dado la oportunidad de cumplir mis sueños.
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